El tema de la infidelidad es uno de los motivos por los que las parejas acuden a consulta. Y aunque parezca mentira, no para todos tiene el mismo significado. Algunas personas llegan a hacerse verdaderas 'pajas mentales' para justificar su conducta. Un paciente justificaba sus escarceos extramatrimoniales distinguiendo los conceptos de infidelidad y lealtad. Le decía a su mujer que él la quería a ella y que le era leal, a pesar de haberle sido infiel con otras personas. Entre ellas, una prima de su mujer, con la que había tenido una historia muy sonada, por la que habían venido a consulta.
M. A. Martín
Si nos remitimos al diccionario de la Real Academia, la palabra fiel hace referencia al que es constante en sus afectos, en el cumplimiento de sus obligaciones y no defrauda la confianza depositada en él. Y el término leal se refiere al que guarda a alguien, o algo, la debida fidelidad. Por lo cual, como muy bien se ve, no se puede ser infiel y leal a la vez. Y es que el término infidelidad para mucha gente parece poco descriptivo. Sin embargo, el término cuernos parece tener un amplio consenso. Si alguien pone los cuernos, no hay más que añadir: todo el mundo lo entiende.
En este complejo tema hay que tener en cuenta que la visión y los sentimientos del que pone los cuernos son bien distintos del que los sufre. A nosotros como profesionales de la salud, nos compete el análisis de la conducta y las consecuencias, sobre todo, las consecuencias.
Vamos a intentar analizar algunas consecuencias de las infidelidades, sin entrar en los casos en los que se ha pactado una relación de pareja abierta, ya que éstos merecen otro capítulo. Partimos de que la pareja explícita o implícitamente entiende que hay un acuerdo de exclusividad sexual. Que a ninguno de los dos les gustaría que su pareja tuviera relaciones sexuales con otros. En estos casos se entiende que los dos están sujetos a ese compromiso y que, por mantenerlo, no buscan y hasta desaprovechan ocasiones sexualmente estimulantes. Si el pacto no se cumple por una de las partes, las reacciones pueden ser muy variadas.
En cuanto a las personas que los sufren, están los que consideran que los cuernos se pueden sobrellevar, siempre que no salgan a la luz, que se mantengan en secreto. Una mujer refería su lío con un monitor del gimnasio comentando que esas cosas pasan y las justificaba remitiéndose a un antiguo dicho que reza así: "Como San José le dijo a la Virgen: María, cuernos, pero sin que se sepan". A otros se les escucha: 'Que haga lo que quiera, pero que yo no me entere'. También se aplica un dicho para esta postura: 'Ojos que no ven, corazón que no siente'.
Algunas personas se sienten muy dolidas y defraudadas ante una infidelidad. Sobrevienen pensamientos intrusivos en los que uno se imagina a su pareja con la otra o el otro, la autoestima se ve afectada y se siente íntimamente decepcionado
Otras personas se sienten muy dolidas y decepcionadas ante una infidelidad. Esta vivencia supone un grave malestar psicológico, sobrevienen pensamientos intrusivos en los que uno se imagina a su pareja con la otra persona, su autoestima se ve afectada y se sienten íntimamente defraudados. Se ven a sí mismos como tontos, pensando que les han tomado el pelo, que, mientras ellos sí han sido capaces de desaprovechar oportunidades, su pareja, a la primera de cambio, se la 'pega'. En estos casos, la herida que se produce tiene difícil cura.
Con este panorama se presentan en consulta algunas de las complicaciones que surgen de las infidelidades. Considerando las desastrosas consecuencias que, en muchos casos, suelen tener, no nos queda más que recomendar que se tenga especial cuidado con este tema. Antes de actuar, se debe considerar que los ataques de cuernos pueden ser mortales para la supervivencia de algunas parejas. Y que una pareja es cosa de dos y que se debe tener clara conciencia de los sentimientos del otro sobre este tema y del daño que se puede hacer, tanto a la pareja, como a uno mismo. No es la primera vez que él o ella sufren las consecuencias de una situación que ellos mismos han provocado, y cuando han querido dar marcha atrás ya no ha sido posible y se han visto abandonados, muy a su pesar, por una pareja herida. No queremos ser alarmistas, nos limitamos a presentar una realidad que conocemos por nuestra profesión. Si bien es verdad que a nosotros acuden los que viven la infidelidad como un problema.
¿Has sido infiel alguna vez? ¿Te has enterado de alguna infidelidad de tu pareja? ¿Cómo la has vivido? ¿Qué opinas del tema?