Les dicen a los chicos que tener una vida sexual placentera es su derecho. Por muy inverosímil que suene a nuestros oídos argentinos, el responsable de promocionar el sexo entre los adolescentes es la National Health Service, osea, el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña ¿Pero no era que queremos hacer todo lo contrario? ¿No nos esforzamos lo más posible para que los chicos piensen en su derecho al sexo hasta la edad más avanzada posible?
Y además de explicarles que ese es su derecho, les dicen que el sexo es bueno para su salud. Así es que anda circulando por los colegios el eslogan "Un orgasmo por día mantiene lejos al médico".
Hasta ahora, consideran los expertos, las campañas se concentraron en el sexo seguro y la alternativa de tener relaciones con amor, pero no sobre la posibilidad del sexo placentero.
Mientras la preocupación por la creciente cantidad de embarazos adolescentes aumenta, uno de los autores de la campaña en cuestión, Steve Slack director de Salud Sexual del NHS, justifica que la idea de que el sexo debe darse con placer puede convencer a unos cuantos chicos de esperar un poco más, hasta que realmente el sexo sea algo placentero para ellos... Se desató el escándalo, estalló la polémica. Lo previsible.
Mientras que para el autor de la campaña, mientras los chicos tengan sexo seguro, estén bien informados y tomen sus decisiones libres de presiones como parte de una relación de afecto, tienen tanto derecho como los adultos a una buena vida sexual.
Otros piensan que es una locura, que es incentivar a los chicos a tener sexo y con él, actos riesgosos y la posibilidad de contagiarse enfermedades. Incluso llegaron a decir que incitar al sexo a adolescentes menores de edad es nada menos que promocionar el abuso infantil.
Así siguen. Mientras los adultos discuten las peores (es que parece que sólo se les ocurren las peores) maneras de educar a los adolescentes en materia sexual, yo me pregunto qué piensan los chicos en medio de semejante revuelo.
