Los españoles solemos ser gregarios y familiares, así que muchas actividades, especialmente lúdicas y de entretenimiento, se realizan en grupo. Esto tiene ventajas e inconvenientes. Por un lado, es muy agradable poder contar con la compañía de amigos y familiares, con su apoyo y con la fuerza que da el grupo. Sin embargo, a veces las necesidades del individuo quedan sacrificadas por las del grupo. Lo mismo puede ocurrir con las necesidades de la pareja. Y es que la pareja a menudo necesita intimidad, sobre todo si quiere mantener viva su sexualidad.
M. A. Martín
Para muchas parejas el verano es la época en la que se disfruta de menos intimidad. Es paradójico porque, en la gran mayoría de casos, en esta época es cuando más tiempo pueden pasar juntas. En las otras estaciones del año, debido al trabajo y a las responsabilidades formales de la vida, se suele contar menos tiempo del que quisieran para dedicar a la pareja y a la familia.
En verano la casa se puede llenar de niños, de familiares, de amigos. Los que viven en los pueblos, reciben a los de la ciudad. Muchos de los que alquilan un apartamento en la playa o una casa rural comparten el espacio y el gasto con amigos y familiares, más ahora con la amenaza de crisis. De forma que la pareja, muchas veces, tiene que compartir la propia habitación con los niños. Además de convivir en la casa llena con delatores tabiques. La experiencia puede ser divertida, pero poco favorecen la intimidad y el sexo.
En este tipo de vacaciones la pareja tiene menos oportunidad para comunicarse. Situaciones en las que no sólo están rodeados de sus hijos, sino de otras tantas parejas, con los hijos de éstas. Mañana, tarde y noche, por donde quiera que vayan, la pareja encuentra grupos de conocidos. Son escasos y contados los momentos en que pueden encontrarse a solas, tranquilos y con la oportunidad de vivir situaciones íntimas. Y es que sin intimidad probablemente no habrá sexo.
No obstante, si se tiene en cuenta las necesidades de intimidad de la pareja, si se considera que el sexo es una parte esencial de la época estival se pueden tomar las medidas oportunas. Si son varias las parejas o amigos que comparten vacaciones, se puede hablar abiertamente del tema, tomando en cuenta que el grupo puede servir de red de apoyo. De esta forma es posible organizarse para poder disfrutar de la intimidad y del sexo mientras que el grupo de apoyo se hace cargo de los niños y/o de los abuelos, en caso de que los haya, y se permite a la pareja un respiro de intimidad en medio del ajetreo veraniego.
¿Sueles realizar las vacaciones en grupo? ¿Cómo afecta esto a tu intimidad? ¿Cómo afecta esto tu vida sexual? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene irse de vacaciones en grupo? ¿Cuentas con un grupo de apoyo que favorezca tu intimidad?