
Mucho se habla de la sensualidad. A menudo se comenta si una persona es sensual y suele ser una cualidad que se cotiza por lo alto. Al mismo tiempo, pocas veces se especifica qué se entiende por esta cualidad.
M. A. Martín
En términos generales se puede decir que la sensualidad está formada por la curiosa relación que los sentidos establecen con el erotismo. En primer lugar, la sensibilidad se refiere a la facultad con la que cuenta una persona para percibir estímulos externos e internos, a través de los sentidos. Fisiológicamente, se trata de una función del sistema nervioso que permite que los órganos sensoriales perciban variaciones físicas y químicas provenientes del interior del individuo o de su entorno.
Los sentidos nos dan información con respecto al estado de nuestra propia persona, así como de lo que nos rodea. Y es que tenemos que ser selectivos en torno a la clase de datos que cada sentido nos proporciona. De otro modo, viviríamos en un eterno caos... La vista, el tacto y el oído nos ofrecen información tanto temporal, como espacial en sus tres dimensiones. En cambio, el olfato y el gusto son sentidos químicos que proporcionan información sobre la composición de la materia volátil o soluble.
Podría decirse que el tacto es el más sensual de los sentidos, pero lo que suele impactar es la suma total de la información. Es verdad que en el sexo suele predominar este sentido. La sensibilidad de la piel puede ser de placer, dolor o una mezcla de ambos en algún grado. También a través del tacto se percibe la temperatura. La sensibilidad de la boca y de los genitales puede ofrece experiencias que van desde las muy sutiles a las sumamente intensas.
A través de la sensualidad la persona consigue proyectar su erotismo, muchas veces evocando su memoria sensorial asociada a la sexualidad. Una persona sensual expresa erotismo a través de su mera presencia y, en buena parte, por medio de un lenguaje no verbal, un lenguaje corporal. Suele estar en contacto con su sexualidad, y se siente cómoda con ésta: "la exuda por los poros". Asimismo, es capaz de agudizar algunos de sus sentidos para transmitir mensajes diversos a través de ellos y expresar sensualidad.
En cierto sentido, podría decirse que la sensualidad es una actitud. Una actitud ante la propia sexualidad, ante las relaciones personales y —lógicamente— ante la vida. Se trata de una actitud en la que la persona se siente libre de expresarse a través de su sexualidad. Concede un valor importante a la exploración y al disfrute del sexo. Hay quienes relacionan la sensualidad con el glamour, pero puede haber sensualidad sin glamour.
Es evidente que los medios publicitarios emplean todos los recursos a su alcance para vender productos a través de anuncios con estereotipos de sensualidad. Lo mismo podría decirse de un sector de la industria del cine y televisión. En ocasiones sólo para caer en la vulgaridad y el mal gusto. Sin embargo, existen expertos de la publicidad que explotan la sensualidad y el erotismo, en ocasiones incluso subliminalmente.
¿Te consideras una persona sensual? ¿Qué es la sensualidad para ti? ¿Tienes un prototipo sensual? ¿De quién se trata?