¿Qué es el matrimonio?

Acaso podemos pensar que el concepto y significado del matrimonio es algo estático y que se ha mantenido invariable en el tiempo? ¿Se puede afirmar que sea algo rígido, como si hubiese sido escrito en losas de piedra en la Prehistoria?

M. A. Martín
El significado del matrimonio, como institución, y sus implicaciones (derechos y obligaciones) han cambiado en las distintas fases de la historia de la humanidad. Asimismo, las formas en que es oficiado han variado a través de los tiempos y las culturas. El origen de esta institución va más allá de los registros que existen de la historia escrita. En cualquier caso, el matrimonio tiene una base fundamentalmente social. En muchas culturas existen leyendas asociadas al origen del matrimonio. En el terreno de las creencias, la mayoría de las religiones cuenta con su propia versión.

Durante el Imperio Romano, el matrimonio tan sólo consistía en el reconocimiento mutuo del compromiso de ser esposos y no existía una ceremonia civil. Por otra parte, es en esta época donde se encuentra el primer registro que existe del término 'matrimonio' refiriéndose a la unión de dos personas del mismo sexo. Sin embargo, entonces pocas veces el matrimonio se asociaba a relaciones homosexuales. En el año 342, el emperador cristiano Constantino el Grande declaró ilegal el matrimonio entre homosexuales.

En la sociedad del Imperio Romano había dos tipos de matrimonio.

La forma tradicional, 'conventio in manum', obligaba a la mujer a renunciar a los derechos de herencia de su familia original y ganaba los de su nueva familia, estando sujeta a la autoridad del marido.
Por otra parte, estaba el tipo 'sine manu', en el que la mujer conservaba el derecho a herencia de su familia de origen y se mantenía bajo la tutela parental. Dicho matrimonio podía ser anulado con la mera separación física de la pareja.
Antes de 1545, los matrimonios cristianos en Europa se realizaban por mutuo acuerdo de las partes, tras el cual empezaban a vivir juntas. Se hacían promesas verbales y no se requería la presencia de un sacerdote ni de testigos. Si la pareja decidía tener relaciones sexuales, entonces la unión se convertía en un matrimonio.

El matrimonio como institución civil fue reconocido por primera vez en el Reino Unido en 1837. Desde entonces, si uno se casa en un país, suele tener el mismo reconocimiento en otros. Pero éste no es el caso de los matrimonios homosexuales
A partir del Concilio de Trento, en 1545, la Iglesia católica anunció que sólo consideraba válidos aquellos matrimonios que fueran oficiados por un cura y que contasen con un par de testigos. Y, en 1566, en el catecismo, apareció por primera vez el matrimonio definido como "la unión conyugal de un hombre y una mujer contraída entre dos personas en pleno uso de sus facultades y que las obliga a vivir juntas a lo largo de su vida".

No obstante, esto lógicamente sólo ha tenido validez en el ámbito de la Iglesia católica. En el planeta existen muchas otras religiones y cada una ha ido estableciendo sus propios criterios. Algunos de éstos contradicen o invalidan los criterios de otras religiones. Un ejemplo podría ser el del islam, que permite que un hombre tenga más esposas; y la poliandria, una mujer con varios maridos, ilegal en la mayoría de países, pero que todavía persiste en algunas regiones de Asia central.

El matrimonio como institución civil fue reconocido por primera vez en el Reino Unido en 1837. En Alemania ocurrió en 1875. Desde entonces, por lo general, cuando un matrimonio ha sido reconocido oficialmente en un país, suele recibir el mismo reconocimiento en otros países. Pero no siempre ocurre esto. Tal es el caso de los matrimonios homosexuales.

En la era moderna, Holanda fue el primer país en reconocer legalmente los matrimonios entre personas del mismo sexo. Así, el alcalde de Ámsterdam casó a cuatro parejas homosexuales en 2001. Hoy día son legales los matrimonios entre personas del mismo sexo en los Países Bajos, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Dinamarca y algunos Estados de EEUU. Mientras que Israel, Aruba y Antillas Neerlandesas reconocen esos matrimonios a pesar de ser extranjeros.

Casi siempre, el matrimonio requiere la consumación por medio del coito. La presunta no consumación puede ser causa de nulidad matrimonial según distintas legislaciones. Algunos matrimonios nunca llegan a tener hijos, ya sea por decisión propia o por causas de infertilidad. En ciertos países, como puede ser Ghana, el matrimonio implica la obligación (incluso legal) de tener hijos.

¿Cuál es tu versión del matrimonio? ¿Crees que el matrimonio y el sexo deben ir unidos?