Recupera la pasión


Recuperar el deseo sexual es uno de los objetivos que muchas parejas se proponen después de un tiempo de sufrir las consecuencias de la falta de actividad sexual y de los muchos conflictos que genera la apatía erótica. No siempre es fácil despertar el deseo perdido es un camino que hemos de recorrer sintiéndonos cómplices con nuestra pareja. Es una meta para compartir con nuestro amante.

El primer punto que debemos plantearnos cuando nos falta la pasión con nuestra pareja es el porqué de nuestra falta de deseo sexual. No es lo mismo perder la pasión sexual por culpa del aburrimiento o rutina en nuestras relaciones sexuales, que por motivo de la falta de atracción sexual hacia nuestra pareja. No obstante, tal como me pides, aunque desconozco las causas que te han llevado a la pérdida de deseo sexual puedo proponerte algunas pautas que te ayudarán a reencontrarte sexualmente con tu pareja.

• En primer lugar, empieza por reencontrar tu propio placer. Explora tu cuerpo y practica el autoerotismo. Despierta tus sentidos y tu sensualidad para poder compartirla con tu pareja. Reavivar el deseo con nuestra pareja empieza por reencontrarnos con nuestra pasión. Erotiza tu cuerpo, mímalo y comienza por autoestimularte. Date permiso para encontrarte eróticamente contigo misma.
• Asegúrate de que vuestros encuentros sexuales sean siempre placenteros y no sean una obligación. Si las relaciones sexuales las asociamos al deber o las sentimos como algo que debemos realizar, perderán su sentido placentero. Procura que los momentos y lugares donde tenga lugar vuestra intimidad sexual sean lo más eróticos y agradables posibles. La sexualidad debe ser siempre lúdica y las relaciones sexuales no deben ser consideradas como una obligación o “algo que debe suceder a toda costa en una pareja”.
• Líbrate de la presión de “tener que alcanzar el orgasmo”. Es importante que en vuestros encuentros sexuales os concentréis en dar y recibir placer. El placer derivado de encontrarte sexualmente con tu pareja es mucho más amplio que la experiencia orgásmica aislada.
• Despierta el erotismo de tu cuerpo anestesiado. Todo tu cuerpo es erótico y por tanto receptor sensible a los besos y caricias. No centres la sexualidad sólo en los genitales, la piel es el mayor órgano erótico que poseemos. La totalidad de nuestro cuerpo está revestida por la piel, un órgano que responde de manera sensible al tacto, a la presión y a los besos y caricias eróticas. Aprende con tu pareja el arte del masaje erótico.
• En la sexualidad pon en marcha todos tus sentidos. Cuánto más cultivemos la sensualidad y entrenemos nuestras sensaciones eróticas, tanto más intensa será nuestra sexualidad y mejor recuperaremos nuestra pasión perdida. Explorar olores, gustos, tactos, sonidos, visiones, presiones, posiciones…. Disfrutar del imperio de los sentidos tanto nuestros como de nuestra pareja
• Practica juegos eróticos para reavivar el deseo. Juegos de seducción con escenografía y representaciones con contenido erótico y sexual. Da luz verde a la creatividad sexual y destierra la rutina de las relaciones sexuales siempre en los mismos sitios, lugares y llevadas a cabo de la misma forma. ¡Juega! Pon en marcha tus fantasías, nueva lencería, olores sugerentes, horarios sorpresivos, lugares excitantes…Explora los deseos de tu pareja y expresa los tuyos propios.
Por último, recuerda no tener prisa, el placer sexual se cuece a fuego lento La sexualidad es una aventura para compartir con tu pareja, es algo que debéis ir aprendiendo y practicando juntos ¡Los buenos amantes no nacen, se hacen!