En este espacio virtual abierto a las relaciones humanas cada uno construye la imagen de lo que le gustaría ser y no describe lo que realmente es. Este espejo deformado ayuda para que la pareja potencial, al otro lado de la red, sueñe con haber encontrado algo cercano al ideal de pareja.
Esta situación es engañosa, porque no se puede pasar de la relación virtual a la real sin evidenciar la realidad de cada uno. Allí empieza a desarmarse todo lo construido, aunque no es la norma, es lo más frecuente.
Pero el internet con la facilidad de recibir y enviar e-mails, hablar por chat etc., no sólo se ha convertido en el recurso más fácil para salir de la soledad, sino también en una fuente para cercarse a las personas y desarrollar sentimientos, muy al margen del status marital de cada uno. En esta dinámica el amor, los celos y la infidelidad no pueden estar