
PRIMERA ESCENA: la noticia
Son las siete de la mañana y Laura sale de casa con un pequeño frasco que contiene muestras de orina; después de entregarlo en el laboratorio más cercano a su casa, deberá esperar algunas horas para saber el resultado que en el fondo ya sabe, pero no ha comentado con nadie. Quizá su amiga Olga es la única que comparte su secreto.
Otra vez sola, con muchos pensamientos en la cabeza, regresa al mismo laboratorio a saber el resultado: ¡felicidades señora, está embarazada! –balbucea la enfermera, mientras a Laura se le escurren las lágrimas al enterarse. ¿Qué hará ahora?, tiene apenas veinte años, no tiene forma de mantenerse y encima está sola con un óvulo fecundado en su vientre.
Observa a la enfermera quien, acostumbrada a sonreír a la fuerza, la despide con una palmadita en la espalda mientras le entrega un sobre blanco con la noticia dentro.
SEGUNDA ESCENA: comercial de TV
Una mujer escucha que su pareja llega al apartamento, ella inmediatamente esconde una pequeña prenda hasta que de repente se la muestra a él. ¡Es una blusita de bebé! Se abrazan felizmente porque han buscado el embarazo desde hace varios meses, la consumación de ser una pareja y del compromiso que tiene el uno con la otra ha llegado con la noticia. Están felices. Un hij@ es lo mejor que les haya pasado en la vida. Bueno... para romper con el cuadro feliz... después te venden algo... pero eso es otra historia que hoy no nos ocupa.
El embarazo y el sentimiento de saberlo en la madre
Cuando una mujer comprueba que está embarazada, muchos sentimientos se presentan de pronto y éstos son de diferente índole: felicidad, ansiedad, miedo, ambivalencia, irritación, depresión, orgullo. Todas estas sensaciones son el reflejo inmediato de diferentes factores como la edad, el estado civil, los recursos económicos, los objetivos profesionales, las expectativas de maternidad, el nivel del compromiso existente entre la pareja con la cual han engendrado, etc.
No necesariamente, como nos lo han hecho pensar en los cuentos de color de rosa, "la noticia" es siempre signo de dicha. El embarazo no representa para todas la máxima en la vida, la plenitud como mujeres o su mayor anhelo. Lo anterior puede encajar en un discurso machista y ver a la mujer al final de cuentas como reproductora.
Sin embargo, algunas mujeres incluso sin saber que están embarazadas, reflejan revitalización en su cuerpo y estado de ánimo, están radiantes, llenas de salud. Otras se encuentras fatigadas, están apáticas, no tienen ganas de nada, pierden el apetito, etc.
Los cuadros clínicos pueden variar en cada mujer, como también por tiempos en cada una de ellas; quien está feliz, de repente puede sentir un estado de angustia. El estado de gravidez es un espacio en el cual las mujeres reformulan, aceptan la idea, concretan objetivos, etc.
El embarazo y el sentimiento de saberlo en el padre
Cuando se habla de embarazo inmediatamente se asocia con el género femenino. Sin embargo, para que se haya producido, se requirió del otro género, a menos que fuera una fecundación in vitro poco frecuente aún en nuestras sociedades, y como se habla poco de lo que sucede con el hombre, parece lejano a esta historia. Pero no es así. Ellos también vivencian, al igual que la mujer, una serie de emociones que pueden ir desde el gozo, la preocupación, algunos el desinterés total y hasta el abandono de su paternidad.
Pueden sentirse muy ansiosos o preocupados por su pareja y su futuro hij@, sin atinar la forma en que puedan participar en este acontecimiento, principalmente porque no han aprendido a expresar sentimientos y la paternidad; la crianza de los hijos por tradición se ha dejado a la mujer, negándoles a los hombres vivenciar sentimientos y emociones en torno a su reproducción.
Por lo general, los hombres comienzan a hacerse a la idea cuando observan el crecimiento del vientre de la mujer y asumen su nueva etapa como padres.
Sentimientos en la pareja
• Cuando el embarazo es bien recibido en la pareja, se viven momentos de júbilo y de entrega entre ambos, así como un mayor compromiso.
• Ambos se cuestionan cómo llevarán su vida erótica para "no lastimar al bebé" y, como habrá muchos cambios tanto físicos como emocionales, deberán adaptarse a todo lo anterior poco a poco hasta explorar con sus miedos e incertidumbres su vida erótica.
• Si las parejas ya tienen hij@s, será más llevadero todo el proceso.
• Algun@s utilizan este estado para alejarse eróticamente de la pareja. En esta situación es necesario revisar el por qué se hace y si realmente es por motivo del embarazo.
Conclusión
La noticia de un embarazo genera un sinfín de sentimientos no siempre positivos. Lo anterior no implica necesariamente que no se desee al futuro hij@, sino que todo lo que conlleva la paternidad y la maternidad hace que las personas replanteen su vida. Muchas de las dudas se aclaran cuando ven, al paso de los meses, a su bebé cerca.