Las metáforas del amor


En el lenguaje del amor, la palabra se transforma de su sentido estricto al figurado porque así se envuelve de magia y lo burdo tiene tintes poéticos.

Una persona certera sabrá utilizar la palabra precisa para seducir, no utilizará, aunque sea sinónimo el "chupar o succionar" cuando se trate de "saborear y acariciar suavemente los labios de su pareja". Utilizará el "deseo estar dentro de ti" al "quiero meterme". Escribe el escritor Álex Grijelmo, es su libro La seducción de las palabras (consultado, como puede darse cuenta el lector, para realizar este escrito), que uno puede "meter la pata, meterse en un lío o meter miedo". Las palabras llevan sus cerezas que ya en el inconsciente las tenemos programadas, por poner otro ejemplo, tampoco se utilizaría el "penetrar" ya que suena a violencia.

Los poetas saben utilizar la metáfora en cada verso, ése es su talento, pero los amantes también buscan la forma de crear, así encontramos el famoso enunciado "por ti iría hasta el fin del mundo", cuando es imposible marcar geográficamente un fin del mundo y lo peor es cuando realmente se debe cumplir con lo dicho, parece que los amantes encuentran el fin del mundo a la vuelta de la esquina o en la parada del camión.

Por suerte el lenguaje es tan vasto que da la posibilidad de crear y trasformarlo en