Esta disfunción sexual afecta aproximadamente al 31% de los hombres y al 43% de las mujeres, sobre todo entre quienes tienen menopausia, post menopausia o andropausia. Esta diferencia de porcentajes se debería a que las féminas tienen una baja más brusca de estrógenos en una edad joven. Por eso si no reciben tratamiento adecuado se notará en su vida sexual posterior.
Al igual que a las mujeres, cada vez es más común que en los hombres también se produzca una baja en el deseo sexual entre los 45 y 75 años, debido a que la mitad de ellos sufre de andropausia, con síntomas muy parecidos a los de las mujeres.
Pero como esta baja hormonal masculina no es tan difundida, los varones sufren silenciosamente su preocupación, atribuyéndola a una pérdida de sus potencialidades masculinas, generando así un círculo vicioso que, por una parte, agudiza el cuadro, y por otra, hace tambalear el análisis acerca de las emociones involucradas, generando muchas veces profundos cuestionamientos,… “¿estaré perdiendo el amor y la pasión hacia mi pareja?��?. Ya que como indica la ginecóloga Oriana Carrasco, la disfunción sexual no es sólo motivo frecuente de consulta, ya que muchas veces está orientada a la decisión de continuar o no con la pareja.
“En el ámbito biológico, destacan síntomas como la pérdida de sensibilidad en toda la piel y en los órganos genitales, problemas de erección y ausencia de placer en el sexo��?, sostiene la profesional.
En cuanto a las mujeres, además de la baja en producción de estrógenos que afecta directamente a su líbido, la ginecóloga señala que otras razones que explican la mayor presencia de este trastorno sexual están relacionadas a ¿cómo se construye la sexualidad de las mujeres?
“Durante años la sexualidad femenina ha sido por lo general secundaria a la del hombre. Aunque se supone que aquello del débito conyugal está superado, la realidad es que no lo está del todo. Por eso en las consultas encontramos muchas parejas en las que el repertorio sexual, no se adapta bien con la erótica de la mujer, porque muchos hombres están centrados en la genitalidad. En estos casos es imprescindible una buena comunicación para pactar o hablar de las necesidades o deseos de cada uno", sostiene.
La profesional indica que a pesar de que la disminución del deseo sexual es más habitual cuando se envejece, ello jamás debería instalarse de manera abrupta. Y por lo demás –asegura-, también suele presentarse frecuentemente en personas jóvenes, aunque las causas suelen ser diferentes.
“A edades tempranas se puede dar dolor en el coito, pero causado por el vaginismo o producido por desconocimiento técnico de la magia, o una ´mala estimulación´. Todo esto asociado a una falta de excitación o imposibilidad de conseguir un orgasmo; a la inexperiencia; desinformación, o a la inquietud ante posibles embarazos no deseados, que arrastraría consecuencias hasta la adultez. En estos casos, se recomienda descartar cualquier problema físico (orgánico-biológico), depresión (psicológico) o ambos. En cualquier situación, toda variable que impida vivir el sexo con plenitud y placer, debe ser abordado��?, recomienda la ginecóloga.
Deseo sexual: una cosa de mentalidad
La Dra. Carrasco señala que es cada vez más maravilloso observar que el sexo en las personas mayores es de gran relevancia emocional, y ya no debe continuar siendo un gran tabú social, ya que usualmente se da por hecho que éste desaparece. Y la visión correcta es que la realidad sexual en la tercera edad sufriría una evolución o cambio, convirtiéndose en un gran portal que indagar y maravillarse.
"Al envejecer hay una serie de cambios funcionales en el aparato reproductor que modifican el acto sexual, pero sin embargo la parte mental y emocional sigue ahí, y no tiene por qué haber modificaciones. Esos cambios dependerán en gran medida de la educación de cada persona, de la apertura al cambio y al aprendizaje, así como de sus valores morales", sostiene.
Es decir –según la ginecóloga-, el deseo sexual se puede mantener intacto desde el punto de vista psicológico, pero al envejecer su disminución se puede asociar a la presencia de otras enfermedades que afectan al aparato reproductor, como la falta de riego y problemas vasculares: hipertensión, diabetes, trombosis, etc., que pueden dificultar la erección en el hombre o la lubricación en la mujer. A todo ello se unen los problemas osteoarticulares de movilidad.
La especialista señala que la principal recomendación para superar estas alteraciones, es conocer mejor el propio cuerpo, con sus limitaciones y modificaciones, ya que cuando realmente surgen los problemas, es cuando se da una disociación entre la mente y la parte orgánica.
"Si la mente tiene un deseo idéntico al que se tenía a los 20 años, hay una mayor exigencia para la pareja, y esto provoca frustración. Si se educa para comprender que el acto sexual no tiene que desaparecer, pero sí hacerse de forma diferente (mayor nivel de excitación, mayor tranquilidad, etc.), se logrará evitar muchas alteraciones como la pérdida de deseo", explica.
En el fondo, lo que pretende decir es que cada vez más las técnicas de farmacología y apoyo de psicoterapia e incluso hipnosis, ayudan a reconstruir la visión perdida, reparando y anexando lo que falta para reencantarse de la magia del sexo, constituyéndose en grandes aportadores ante esta dificultad.
“Cabe señalar, que en estas alteraciones sexuales, generalmente es el hombre quien muestra mayor preocupación, ante los aspectos más físicos, considerando que cómo se asuma, dependerá sobre todo de la personalidad, educación y expectativas de cada persona��?, sostiene.
La Dra. Carrasco agrega que en el caso de los varones, además, los problemas de erección no se pueden ocultar, y su reacción responde a que se pone en entredicho su propia identidad y capacidad sexual, y aparece con mucha fuerza su fantasma más temido: la impotencia.
“Mientras que la mujer puede esconder ciertas dificultades en el sexo. Y, por otra parte, por su educación, ella asume o soporta mejor que un hombre la pérdida de deseo, porque para la mayoría es o era un tema tabú y les cuesta más hablar con naturalidad de este tema", concluye.