Aprende a relajarte


Ansiedad y tus pensamientos negativos son tus principales obstáculos a la hora de disfrutar del sexo. Pero una cosa es que nos demos cuenta de que cometemos errores, y otra es, que sepamos hacerlo mejor… ¿verdad? Espero que con lo que te voy a comentar a continuación pueda ayudarte en tus relaciones sexuales.

En primer lugar, no debes de olvidar que el sexo es algo lúdico y placentero; una experiencia maravillosa que nos invita al bienestar y nos proporciona beneficios tanto a nivel físico, como psíquico. No lo conviertas en un trabajo, en una vivencia cargada de ansiedad, miedo al dolor y/o una experiencia que necesariamente tiene que conducirte al orgasmo. La regla de oro en la sexualidad en compañía es dar y recibir placer. No te pongas tensa y abandónate al placer que te producen las caricias dadas y recibidas en pareja.

Me comentas, que cuando inicias los juegos eróticos: sexo oral, masturbación, penetración…etc., enseguida dejas de sentir placer y te duele. Me dices que estás más centrada en el miedo a sentir dolor, y la preocupación por no sentir placer, que en las sensaciones maravillosas que te llegan de tus sentidos. Si las cosas ocurren tal y como me cuentas, es difícil que la experiencia sexual sea placentera para ti.

En primer lugar, has de preparar tu cuerpo y tu mente para el placer sexual. Debes adoptar una actitud receptiva a las sensaciones eróticas que producen los distintos juegos sexuales que realizas con tu pareja. ¡ Haz que tu mente trabaje a tu favor y no en tu contra! Te sugiero que en vuestros encuentros íntimos siempre uses un buen lubricante, y más cuando realicéis la penetración. Esto ayudará a que tus genitales estén más jugosos y lubricados y así las caricias serán mucho más placenteras: los dedos de tu pareja podrán estimular mejor tu vulva y el clítoris. La penetración será mucho más suave y el pene se deslizará sin problemas dentro de tu vagina. El coito no debe ser doloroso, ni generar molestias en la vagina de la mujer.

Para que no tengas dolor, debes estar previamente muy excitada y bien lubricada, favoreciendo que tu vagina esté preparada para recibir el pene de tu compañero. Aumentar los juegos eróticos que estimulen todos vuestros sentidos, y no os centréis sólo en la penetración. Esto te ayudará a estar más relajada y así se incrementará vuestro placer y excitación sexual. Mi consejo es que empecéis elaborando encuentros sexuales diferentes, donde te sientas más tranquila, sin presión y sin miedo. Empezad con un masaje erótico con un buen aceite o crema de cosmética especial para la intimidad sexual. Mientras que uno da el masaje y se centra en dar placer a su pareja preguntando y explorando sus gustos, el otro se concentra en recibir placer y abandonarse a las sensaciones eróticas. Luego alternáis los roles.

El objetivo de este masaje erótico es que exploréis vuestro cuerpo, sin proponeros ninguna meta que os lleve a la penetración. Aleja de tu mente los pensamientos relativos a la obligación de sentir placer o llegar al orgasmo necesariamente. Esos mismos pensamientos son los que te ponen nerviosa y te impiden disfrutar. ¡Olvídate del deber en la consecución del placer! El placer llega cuando te abandonas, no cuando lo fuerzas….