Relación a distancia


"La nuestra es una relación a distancia. Y cada vez me es más difícil mantener la pasión y de alguna forma la cercanía con él. Nos vemos de vez en cuando, pero ¿qué podría hacer para que lo nuestro siguiera funcionando?" Alicia

Sin lugar a dudas, las relaciones a distancia tienen sus complicaciones. Aunque hay personas que saben disfrutar del lado positivo de la situación y disfrutan mucho de este tipo de relaciones. Todo depende del color del cristal por donde se mire la realidad.
Me das muy pocos datos de vuestra relación y, por tanto, voy a intentar darte algunas claves generales que pueden funcionar en las relaciones a distancia en general.

En primer lugar, ¿cómo mantener viva la pasión cuándo una pareja se ve con poca frecuencia? Por regla general, a la pasión no le va mal una cierta distancia. Los amantes que se reencuentran después de un tiempo de separación, suelen encontrarse con mucho fuego y excitación en sus relaciones sexuales. Una dosis de privación del deseo sexual, suele avivar la pasión de la pareja. Ocurre como en otras pasiones de nuestra vida, una cierta inaccesibilidad y privación de aquello que deseamos lo convierte en algo más valioso. Por el contrario, lo habitual, lo cotidiano, la rutina, lo accesible a todas horas y en todo momento…suele ser un enemigo potente de la pasión. Parece que así funciona el deseo humano: la regla es que menos es más Para mantener vivas las pasiones es mejor no quedarse saciado, sino con ganas de más.

Por lo que cuentas, en vuestro caso la pasión se ha debilitado… ¿qué es lo que ha ocurrido en vuestra distancia? Lo importante no es la lejanía física, sino cómo la gestionamos. ¿Ponemos nuestra atención y mimo en la relación a distancia, o bien estamos distraídos con otros intereses? En ocasiones, poner tierra de por medio en una relación, ayuda a reflexionar sobre si realmente nos interesa, nos complace, nos llena y si estamos interesados en seguir con ella. En otros casos, la distancia nos reafirma más en la elección que hicimos, nos ayuda a valorar más lo que nos proporciona la relación y esa convicción nos hace trabajar en la relación para no perderla, ¿con qué situación te identificas? Obviamente no es lo mismo un caso que el otro.
Quieres seguir luchando por tu relación para que te funcione, buscas ayuda para que la pasión se reavive y me pides consejo. Voy a darte algunas pautas que creo te podrán ayudar en tu situación.
Empiezo comentándote que no hace falta que estéis juntos físicamente para disfrutar del sexo. Muchas parejas ante la imposibilidad de estar juntos, mantienen sexo a distancia. Disfrutan y tienen sus orgasmos sirviéndose del teléfono, de los mensajes, del chat o de la Web cam. Deja libre tu imaginación y utiliza estos recursos que tienes a tu alcance. Propónselo y empieza a tomar la iniciativa: excítale hablando por teléfono mientras se masturba y condúcelo con tu voz al orgasmo, luego pídele que haga lo mismo contigo.

Escribiros mensajes con contenido sexual o lleva un diario a modo de relato erótico para que él lo lea, pídele que el juego sea recíproco. Puedes empezar contándole o escribiéndole alguna de las fantasías más excitantes para ti y pedirle que él haga lo mismo. Inventa todo tipo de juegos eróticos que no necesiten vuestra presencia física, se trata de que la situación funcione a vuestro favor y no en vuestra contra.
Cuando tengáis encuentros físicos, reaviva vuestras relaciones sexuales contando con los deseos de tu amante… ¿qué tal sorprenderle con la realización de alguna de sus fantasías? Procura que vuestros escasos encuentros sean inolvidables para ambos, que dejen huella. Para ello, empieza a preparar vuestras relaciones íntimas antes de que éstas sucedan. Se trata de ir erotizando vuestra sexualidad y no hay nada más estimulante que ir alimentando el deseo y generando expectativas de alto contenido sexual.
Al mismo tiempo erotiza tu mente, lee literatura erótica e inspírate con películas que puedes encontrar en las jugueterías sexuales. Disfruta con ello y toma nota de ideas que funcionen para animar tus relaciones íntimas.
Ten siempre presente que el sexo está en el cerebro y no en los genitales. ¡Podéis disfrutar del sexo sin estar físicamente presentes! Utiliza tu mente y goza junto a tu pareja.