Comportamiento sexual donde manda el placer


Hay gustos y/o tendencias sexuales que llevados al extremo pueden producir dolor, sufrimiento o molestias importantes. Pero si no son extremas, pueden producir agrado y bienestar. El límite entre un extremo y otro lo define cada pareja y cada situación en particular?, señala el experto en sexualidad humana, Dr. Pedro Escudero.




Las Parafilias son aficiones sexuales que están más o menos cercanas, pero no en el centro de lo que se puede considerar normal.
En opinión del gineco-obtetra y especialista en sexualidad humana, Dr. Pedro Escudero, en la vida en general y en la medicina en particular, el término “normal��? es impreciso, riesgoso, y en cierto modo, inadecuado.

Para el facultativo, la “normalidad��? se puede definir de dos maneras extremas:
-El enfoque estadístico: que define la normalidad por lo que la mayoría considera que debe hacerse. Forma que el doctor considera extremadamente peligrosa y cambiante a través del tiempo, porque está supeditada a los aspectos culturales, históricos y otros, que no necesariamente son adecuados. Así por ejemplo, en la época de la Inquisición era normal quemar a los herejes.

- La Normativa: es la segunda manera de definir la normalidad. Esta se da cuando hay personas que se denominan o autodenominan expertos que se sientan a meditar y definen qué es “normal��? para los demás. “Esta forma es tan peligrosa como la anterior, por lo que mientras menos usemos la palabra normal, más sabios somos��?, señala.

Con mucha cautela, el Dr. Escudero explica que se tiende a pensar y a aceptar como normal a “aquellas conductas que producen agrado y paz interior en las personas protagonistas de un hecho; y no normales o anormales a aquellas que producen sufrimiento, inquietud o pérdida de la paz interior��?, clarifica.

Según el sexólogo, hay gustos y/o tendencias sexuales que llevados al extremo pueden producir dolor, sufrimiento o molestias importantes. Pero si no son extremas, pueden producir agrado y bienestar. “El límite entre un extremo y otro lo define cada pareja y cada situación en particular?, señala Escudero.



Tipos de parafilias
Sadomasoquismo
El Sadomasoquismo extremo puede ser muy riesgoso y llegar incluso, a la muerte de la otra persona, sobre todo cuando consiste en dar latigazos con puntas de acero y sacarle pedazos a la pareja. Además de daño físico, puede producir sufrimiento y quitar la paz interior.

Ahora, ¿porqué hay personas que les agrada el sadomasoquismo? En opinión del Dr. Escudero, esta inclinación sexual surge del abandono y/o de la experiencia en la infancia de padres o cuidadores muy castigadores, en donde la actitud del niño pasa a ser “tómame en cuenta, aunque sea pegándome?. Lo que se traduce en “yo te pego porque así aprendí a ser tratado, pero te cotizo?.

“Ahora, si una persona que tiene ese tipo de fijaciones hace pareja con otra que no las tiene, el resultado es un desastre completo. Por ello es que las personas sadomasoquistas tienden a seleccionar parejas que les son complementarias��?, admite.

Agrega que dentro del sadomasoquismo hay grados que van desde pequeños dolores o pequeños rituales como amarrar a la pareja y golpearla con algo suave y sedoso, hasta grados extremos con torturas extremadamente sanguinarias, como quemaduras de cigarrillos, tajos y golpes. “Afortunadamente, estás inclinaciones hoy son menos frecuentes?, sostiene.
Fetichismo
Fetiche, viene de una palabra portuguesa que significa algo así como ídolo. Y ello implica transformar un objeto cualquiera en elemento central del erotismo. Por ejemplo, el foco central de la persona puede ser el cabello, los zapatos, los pies, las orejas o la ropa interior en vez de la atracción hacia la otra persona como un todo y dentro de eso, las zonas erógenas habituales.

Según el ginecólogo, el fetichismo en un grado menor, es parte de la vida de las personas. “Ello, porque generalmente la persona tiene ciertas preferencias por algunas áreas de su pareja que no necesariamente son las habituales, pero igual considera al otro como un todo y disfruta y goza igualmente de las partes erógenas habituales. El extremo es cuando, por ejemplo, el hombre colecciona ropa interior y no le interesa en lo más mínimo la dueña de esa ropa, sino los sostenes o los calzones.

Pero en general, según el especialista, el fetichismo es menos agresivo y menos potencialmente dañino que el sadomasoquismo, excepto cuando se llega a prescindir de la pareja y a reemplazarla por un objeto perteneciente a ella, ya que eso se vuelve incompatible con la relación de pareja.
Juguetes
Pero ¿qué pasa con los juguetes sexuales que están tan de moda hoy?... En opinión del especialista, “cada ser humano, es en sí un juguete sexual maravilloso, completísimo y único. Además está compuesto de infinitos juguetes sexuales propios y personales. Y en ese contexto, buscar algunos externos, es no saber apreciar lo que se tiene?, expresa.

A su juicio, “si una mujer quiere usar un consolador, está bien, pero si empieza a reemplazarlo, o a usarlo en vez de una pareja, se está perdiendo los goces, los dramas, la fuerza vital y la infinitud que implica la relación con una pareja��?.

De todas formas, el profesional explica que no hay problemas en incorporar un juguete en la pareja, en la medida que ambos disfruten del tema y que no pierdan la paz interior.

“Incluso hay personas a las cuales yo les indico juguetes sexuales, sobre todo a mujeres solas mayores que nunca han logrado un disfrute o un orgasmo y que no quieren morirse de ancianas sin haberlo logrado?, señala el Dr. Escudero.

Agrega que los juguetes sexuales también son recomendables para mujeres que tienen una anorgasmia primaria prolongada, las cuales -aunque igual tienen una pareja estable, con una sexualidad bastante plena-, experimentan ausencia de orgasmo. “En este caso, se le trabaja la parte mecánica para que aprenda el camino, y una vez que lo sabe, el ideal es que deje el consolador de lado. Pero para una pareja que está viviendo plenamente su sexualidad no tiene ninguna utilidad estos tipos de elementos?, indica.