Conoce sus puntos sensibles ...Las zonas erógenas masculinas

Besos en el cuello, caricias en el pelo, y sutiles cariños en sus rincones más íntimos son algunas de las desconocidas zonas erógenas del hombre, aquellas donde es más sensible y vulnerable a tus dotes seductoras. Para conquistar al sexo masculino, primero hay que saber dónde y cómo abordarlo.




Los a veces fríos exponentes del sexo masculino también son sensibles. Una caricia sutil y precisa en el sitio exacto puede despertar todo su erotismo y encender esa llama de pasión que, por muchas razones, a veces se apaga.

Antes de entregar en detalle los lugares y formas de estimular a un hombre, hay que aclarar que las zonas erógenas son aquellas partes del cuerpo sexualmente sensibles al tacto, besos y distintos contactos corporales.

Su particular sensibilidad se debe a la rica red de terminaciones nerviosas sensitivas presentes en esas zonas. Así, en un acercamiento erótico, los estímulos táctiles se convierten en estímulos sexuales.

La importancia de estimular las zonas erógenas radica en reivindicar la instancia previa a la penetración, muchas veces olvidada por el apuro de consumar el encuentro sexual. Los juegos preliminares, estimulaciones y entregas mutuas de ternura o pasión son tan o más placenteros que el propio acto sexual.

Al respecto, el endocrinólogo de la Universidad de Chile, Dr. Patricio Contreras, advierte que “No debemos olvidar que limitar el placer sexual al mero orgasmo -de por sí breve, y además inseguro en la mujer- es perder los placeres de experimentar el encuentro íntimo, del juego sexual previo, de sentir la excitación sexual intensa -por ejemplo, congestión de órganos sexuales y mamas- y de gozar todos los momentos del coito antes y después del orgasmo��?, advierte el profesional.

Aconseja que ante la presencia de un hombre precipitado o fome en la cama, no hay nada mejor que enseñarle que en su cuerpo y en el nuestro hay infinidades de sitios para prodigar placer y erotismo más allá de acto sexual.

Pero antes de entrar a la ruta erógena del cuerpo masculino, el Dr. Contreras aconseja estimular primero las zonas menos erógenas y terminar con aquellas más sensibles del hombre.



Orejas, cabello, pecho y cuello…


Alrededor de las orejas es un área muy sensible a los toques y besos. Suaves masajes en la parte exterior de las orejas, con movimientos lentos y firmes, les resulta muy excitante. En esa zona, los ruidos, el sonido del aliento y los gemidos son inmensamente apasionantes para la mayoría de los hombres.

La cabellera puede ser muy sensible al estímulo. A los hombres les encanta tener un apacible masajeo o leve rasguño en su cabeza, por lo que las uñas largas son un festín sensual para su cabeza.

El cuello es siempre un lugar magnífico para excitarlo. Existen varias cosas para tener presente aquí. La más importante es no sobrepasarse con los mordiscos, ya que uno dado sin sutileza puede matar toda pasión. Besar su cuello con ternura y una cuota medida de pasión, resulta irresistible para ellos.

Para muchos hombres, el pecho es una de las partes favoritas de su cuerpo; en especial los pezones masculinos son sumamente sensibles, sobre todo a los besos, lamidos, o mordiscos suaves. La recomendación es comenzar despacio y sólo entonces intensificar la estimulación. Hay que tener cuidado de no ocasionarle dolor, por lo que hay que estar atenta a cómo él recibe las estimulaciones.


Glande, escroto y perineo


El área genital de los hombres responde a los toques más leves. La punta del pene o glande es la cúspide del estímulo para ellos.

El pene es muy sensible en toda su superficie, más aún en su punta donde se ubican muchas terminaciones nerviosas. El área de la base del pene, entre el escroto y el ano, se llama perineo y también es altamente sensible aunque poco conocido. Caricias muy suaves en esa zona resultan un deleite para él.

El escroto es el saco que contiene los testículos. Esta también es una parte muy sensible y frágil de su cuerpo. Aplicar mucha presión a los testículos causará dosis fuertes de dolor; pero ello no significa que no se pueden tocar, sólo hay que hacerlo de manera más suave y delicada.
La parte interior de los muslos son siempre un lugar magnífico para excitarlo. Besos, lamidos o mordiscos, todo sirve para hacerlos sentir bien en esa zona.

Por último, los glúteos son uno de los sitios más sensibles para ellos. Un estímulo apropiado en esta área podría elevar altamente el placer en un hombre.