En el último Congreso Mundial de Sexualidad realizado en el Cairo hace unas semanas, se planteó que lo más probable es que en un futuro no muy lejano, la impotencia masculina o disfunción eréctil va a ser tratada por cardiólogos y no por urólogos o sexológos, ya que se descubrió una estrecha relación entre ambas patologías.
La primera pregunta que viene a la cabeza es ¿que tiene que ver la impotencia con las enfermedades cardíacas?
Al parecer bastante, según indica el ginecólogo y experto en sexualidad humana, Dr. Pedro Escudero.
Según explica el especialista, ocurre que al llamado endotelio, que es la capa que cubre por dentro los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, no se le había dado la debida importancia por la medicina. Y en los últimos 12 años se ha descubierto que éste tiene una gran cantidad de funciones complejísimas, además de ser un elemento clave en todo el proceso que lleva a una correcta erección.
“El endotelio está compuesto por el mismo tipo de tejido que cubren los vasos que irrigan el corazón. Y se ha visto estadísticamente que la disfunción eréctil es un muy buen proyector de los problemas que haga el corazón y también otras partes del sistema vascular��?, asevera el Dr. Escudero.
El ginecólogo explica además que los factores que afectan a uno y a otro órgano son bastante similares como por ejemplo, el paso de los años, la obesidad, el cigarrillo y el estrés. “Por tanto, las personas que tenga problemas reiterados en estos temas, debieran hacerse un buen chequeo cardiológico?, recomienda.
Estigma por partida doble
El especialista indica que la disfunción eréctil genera círculos viciosos muy difíciles para la persona que los enfrenta, ya que se trata de algo transcultural y de todos los tiempos, ya que para el hombre la erección es un símbolo de su virilidad, y su virilidad es un símbolo de su “Ser? en el mundo. Un pene fláccido siempre representa la derrota, la decadencia, el final.
“El tener o no una erección adecuada, es una forma que se conecta no sólo con el inconciente actual del hombre, sino también con el inconsciente colectivo de la especie, por lo tanto, la sensación de derrota es muy potente. Y esa sensación de derrota le genera a la persona ansiedad, y la ansiedad, es la peor compañía que puede existir para una sexualidad plena��? enfatiza el profesional.
De ahí que la disfunción eréctil o comúnmente llamada impotencia masculina tiene para el varón un doble estigma, el no sentirse realmente un “hombre? viril, además de los problemas que le puede acarrear al principal motor de la vida, como es el corazón.
Según el experto, los estudios internacionales arrojan que muchos hombres que han tenido algún accidente vascular o un infarto, su historia clínica da cuenta de la existencia de disfunción eréctil en algún grado. “Y esta situación también se da al revés: los que empiezan a presentar disfunción eréctil, muchas veces han sufrido posteriormente infartos al corazón?, asegura.
En este mismo tema, el especialista explica que para lograr una erección entran en juego una gran cantidad de complejísimos mecanismos y factores combinados, por tanto, las posibilidades de fallas son muy altas. Por ello, es casi sorprendente que no existan más problemas o fallas en este sistema biológico.
“Ahora, ¿por qué la naturaleza, que busca siempre la eficiencia por sobre todo y que castiga la ineficiencia con la extinción, generó para el hombre un sistema tan complejo?... Es una pregunta a la que ni yo, ni nadie, tiene aún la respuesta?,
